¿Cómo definir el Groovy Jazz?

El Groovy Jazz, es un estilo de Jazz alegre, animado y bailable. El sonido de las bases rítmicas, bajo y batería, ganan protagonismo desde sus orígenes. A partir de los años cincuenta adopta las bases rítmicas del Funk y del Soul. Destacan las lineas de bajo interpretadas en muchas ocasiones con las técnicas thumb&slap. La batería contundente, marcando los tiempos básicos y evitando la complejidad de los patrones típicos del Jazz. En la actualidad, siguiendo la línea de otros estilos musicales, las bases rítmicas aumentan todavía más el protagonismo en todos los temas. Algunos estilos como el Acid Jazz o el Nu Jazz, que habitualmente entran dentro del concepto musical del groovy, giran entorno a la base rítmica de la bateria. El resto de la instrumentación varía según cada tema e intérprete. De entre todos, el saxo es el instrumento más utilizado como solista. El piano y la guitarra siguen sus roles habituales en el Jazz moderno, alternando los papeles armónicos y de solista.
historia groovy jazz

Los orígenes del Groovy Jazz

El término musical "Groove", viene de la expresión "In the groove" (literalmente, en el surco), que es una forma de tocar con una cadencia ajustada y rítmica, para conseguir un ritmo contagioso. La frase apareció en los años 30, en la época del Swing, cuándo a la gente más progresista le interesaba la música rítmica, la música que provocaba las ganas de moverse. Por cierto, algo que estaba muy mal visto en la época. Unos bailaban y otros movían la cabeza y todos sentían las ganas de moverse.

Hubo pocos temas que se publican con el término "groove": un tema grabado por Wingy Manone en 1936 "In the groove", otro de Chick Webb, de 1939, titulado "In the groove, at the grove". Por extensión, la expresión groove se aplicó a todo el que lo pasaba bien, el que iba "sobre ruedas". De ahí, derivó el adjetivo Groovy, que fue utilizado intensivamente en los años 40. Quizás uno de los primeros temas que incluyen el término en su título sea el de Jimmy Dorsey Orchestra - "Man That's Groovy" de 1939.

A partir de la aparición del Funk en los años 50, el concepto "groove" se asocia cada vez más a las cadencias típicas del blues más rítmico y también el gospel. Cuándo se habla de groove se habla de ritmo. Menos acelerado que en el Swing, aunque con más emoción. El término swing hace referencia a la continuidad del ritmo; sin embargo el término groove hace referencia a la emoción del ritmo a través de las síncopas musicales características de la música negra.

En los años 60, con una abundante producción de Groovy Jazz, ya podemos establecer diferencias claras con el Funk. Aunque debido a la transformación de la palabra "Groovy" en el lenguaje urbano, la etiqueta para el género musical en concreto, pierde fuerza y para mucha gente se convierte en un término genérico.
Como palabra del argot urbano de los 60, "Groovy" se convirtió en un sinónimo de "excellent", "tubular", "awesome","cool". Lo que podríamos traducir al español de hoy en día como "guay". Al decir "Jazz Guay", "Jazz del bueno", se convirtió en un calificativo para cualquier tema que les gustara y no como un género propio dentro del Jazz.

Años después, en los 80 y 90, el concepto "groove" se utilizaba para definir el Funky y el Funky-Disco, para acabar muy vinculado al Acid jazz. A partir del primer decenio del siglo XXI, comienza a hacerse popular un tipo de Jazz fácil de escuchar, con temas estructurados como en el pop y con un mayor énfasis en la melodía: El Smooth Jazz. Como estilos de fusión, en muchas ocasiones la línea que separa al Smooth Jazz del Groovy Jazz es muy difusa. Muchos intérpretes tienen tendencia a mezclar ambos estilos, aderezados con líneas de bajo de orientación Funk interpretadas con las técnicas Thumb&Slap. Actualmente, ya en el segundo decenio del siglo XXI, muchos músicos utlizan los dos estilos, encontrándose más diferencias por temas concretos, que por intérpretes.